¿Cómo trabajar en solitario?

La pandemia y su posterior confinamiento nos ha llevado a la mayoría de las personas a tener que cambiar determinados hábitos. Muchas de las cosas que hacíamos han dejado de tener sentido. Otras han irrumpido en nuestras vidas por la fuerza. Lo que no cabe la menor duda es que la adaptación a la nueva situación es una cuestión de supervivencia. La decisión es de cada uno de nosotros.

Tres son los factores decisivos en esta nueva andadura: la familia, el trabajo y las relaciones personales. Seguramente tú, que me lees, podrías añadir otras más y te invito a que lo hagas en los comentarios de este post. Me gustaría extenderme en cada una de ellas, pero un amigo experto en la blogosfera me dijo que un post para que incite a su lectura debe ser breve y así lo voy a hacer.

De la familia, que es mi pasión, hablaré otro día (tal vez, muchos días). Las personas con las que me relaciono resaltan como algo inolvidable, para bien o para mal, que el confinamiento les ha hecho replantearse muchas cosas. La mayoría coinciden en aspectos positivos. Pero ya hablaremos…

Las relaciones personales, han pasado a convertirse en relaciones digitales. Hablamos con la gente, pero no la sentimos. De todos es sabido que el ser humano para llevar una vida sana necesita relacionarse con los demás, con los amigos, compañeros, familiares, proveedores, clientes… De este asunto también hablaré en otro post…

Hoy me quedo con el trabajo. Especialmente con todos aquellos autónomos que tanto luchan por sobrevivir. Esos héroes que para sacar a su familia adelante trabajan en horarios extendidos. Esos, que hasta ahora compartían su centro de trabajo (para abaratar costes) entre cuatro o cinco compañeros y que hoy se ven obligados a cerrar su «coworking» y empezar a trabajar solos en casa.

Tu pareja se marcha al trabajo, los niños al cole… y ahora me quedo solo ante el ordenador. El silencio me apabulla. Las paredes me retumban. Echo de menos a mis colegas. ¡Horror! ¡Espanto! ¿Dónde estoy? ¿Qué hago? Si no cuidas la situación puedes caer en lo que ya muchos han caído: en la depresión. ¡No lo consientas! ¡Ponte en guardia! ¡Lucha! Si me lo permites, te voy a dar algunas sugerencias:

  • Márcate un horario. Levántate a la misma hora que lo hacías cuando ibas al «coworking». No trabajes en pijama. Aséate. Desayuna y… ¡a por la jornada!
  • Saca tu lista de tareas y sin miedo empieza por la más importante, esa que te impone, que te da respeto, que te complica la mañana. Al fin y al cabo, es la que te va a dar facturación. No te enredes con cosas que no van a ninguna parte.
  • Puede llegar un momento en que el trabajo escasea, no tienes pedidos y el tiempo se te hace eterno. Aprovecha la circunstancia para formarte. Busca en Internet temas que aporten valor a tu trabajo y estudia. Videos, artículos, conferencias… El mundo del aprendizaje es inmenso… Tal vez sea una oportunidad de oro.
  • Dedica un espacio de la agenda a la creatividad. Estrújate la cabeza para desarrollar nuevas herramientas de venta, nuevos productos, nuevas formas de llegar al mercado, a tus clientes.
  • Sal fuera, no te acomodes en el sillón. En casa se está bien, pero el negocio está en la calle. Visita algún cliente, asiste a foros de debate, conferencias. Queda con amigos para almorzar, al menos una vez cada quince días, aunque lo ideal sería todas las semanas. Eso si, guarda las medidas de seguridad establecidas para el Covid-19.
  • Búscate una comunidad de profesionales de tu campo e intercambia con ellos experiencia, conocimiento, ideas… Dispones de plataformas ideales para este tipo de acciones.
  • Si en donde tu vives está permitido, haz deporte. Cuida la comida. Duerme ocho horas. Vete al cine, al teatro. Diviértete.
  • Y lo más importante, dedica tiempo a tu pareja y a tus hijos. Que te vean contento, motivado, con ilusión. Tienes que trasmitir, aunque haya dificultades, entusiasmo, optimismo, alegría… Esto se contagia y hace que el ambiente en la familia sea mucho más agradable.

Como te dije, la familia y las relaciones personales lo dejamos para más adelante.