Carta al Marqués de Galapagar

Excelentísimo e Ilustrísimo Señor, Don Pablo Iglesias Turrión, Marques de Galapagar

Buenos días excelencia. Desde que te concedieron el titulo nobiliario de «Marqués de Galapagar» has cambiado mucho tus hábitos y costumbres y has pasado a formar parte de la nobleza, de la «casta«, esa que tanto criticabas. Te has convertido en el Marqués Rojo de caviar y Moët & Chandon. Ahora ya formas parte de la «Jet Set» y disfrutas con tu Audi oficial, tu escolta, tus guardaespaldas… Habías prometido que no abandonarías a tus vecinos de Vallecas (para ti Vallekas), pero la tentación de una vida aristocrática, un buen palacete, popularidad y dinero te han traicionando.

Empezaste en la Universidad, aunque ya venía de atrás, siendo un niño rebelde. Era lógico, la rebeldía la llevas desde entonces en tu mochila. Tu padre parece que fue miembro de una organización terrorista (FRAP) y eso deja huella. No es de extrañar que tu inclinación a la protesta, la violencia, el inconformismo, el comunismo… fueran parte de tu vida. No se te ocurrió pensar que pudiera haber otro mundo que no fuera el de la revuelta, el desorden, la queja… Desde muy pequeño empezaste a tener ínfulas de mesías. Te adjudicaste un «liderazgo» que nadie te reconoció, pero al final en lo que te has convertido es en un caudillo.

En Podemos, ahora Unidas Podemas, no existe la democracia. Todo el que no piensa como tu se tiene que ir del partido. La lista de «despedidos» es bastante amplia. Discrepar en Unidas Podemas contigo sale muy caro. Tan caro como que algunos de sus máximos dirigentes y cofundadores están apenas tres años después, fuera. No admites a nadie que te pueda contradecir. Esa es una de las principales características de tu caudillaje. Recordemos a Carolina Bescansa, Íñigo Errejón , Tania Sánchez, Rita Maestre, Carlos Jiménez Villarejo, Luis Alegre, entre otros…

Cuando hablas con voz de monje benedictino, cosa que haces con demasiada frecuencia, nos predispones, al menos a mi, a no creer nada de lo que dices. La verdad es que al haber formado parte de un gobierno social & comunista, te has acostumbrado a la mentira. Para que engañarnos, la realidad es que la mentira ha estado siempre en tu mochila. Esa mochila que llevas al Parlamento y que no va cargada de buenas iniciativas, sino de falsedades, resentimientos, arrogancias, odio… Si, el odio es parte de tu ADN. Siempre que te diriges al que no piensa como tu, lo haces con agresividad, con prepotencia y con insultos. Eres una persona tóxica.

No acabas de asumir que ese partido al que tu llamas extrema derecha, ultraconservador, fascista… tiene en el Congreso de los Diputados 17 escaños mas que tu partido. No puedes con ello, te sobrepasa. Tampoco puedes soportar que en las ultimas elecciones en Cataluña, ese partido «facha» tenga dos escaños más que vosotros. Pero supongo que lo que mas te duele es que en las elecciones a la Xunta de Galicia os quedasteis sin representación en el Parlamento Gallego. Como ves, la gente os va calando. Ya no engañáis. Cotizáis a la baja…

Declaraste hace unos años que no era posible, y tu ibas a acabar con ello, que un político ganase seis mil euros al mes cuando había gente que no ganaba ni el salario mínimo. Pues desde que te has convertido en noble, tu forma de pensar ha cambiado radicalmente. Ahora has solicitado una indemnización como exvicepresidente del Gobierno de 5.316 euros mensuales durante 15 meses (79.740 euros), el tiempo que has estado en dicha función (desde el 13 de enero de 2020 al 31 de marzo de 2021). En total, un año, dos meses y 18 días en los que no has aportado absolutamente nada. Mucha gente que te conoce dice que eres un gandul. ¡Todo un ejemplo de incoherencia! Eres un predicador de los que dicen lo que tienen que hacer los demás y que tu no haces. Si hubieras trabajado en una empresa privada no hubieras pasado el periodo de prueba.

También te convertiste en un apóstol del feminismo. Tu apoyo por la causa ha sido de lo poco que has hecho como ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 del Gobierno de España. Has defendido a muchas mujeres acosadas, pero te has callado cuando tu eras el acosador. Ahora Fernanda Freire, una joven de 30 años que fue alumna hace años en la Universidad Complutense de Madrid de tu compañero y amigo Juan Carlos Monedero, ha estallado y compartido una historia de acoso que dice haber sufrido por parte tuya, Monedero y un amigo de estos. Afirma que le dijiste «Voy al baño a refrescarme, te espero ahí«. ¿Para que la ibas a esperar en el baño? Este es el caso de Fernanda, pero hay mas… Dina Bousselham, Lilith Verstrynge, Tania Sanchez, Mariló Montero… y las que no han salido a la luz publica. Las que te conocen te consideran un «macho alfa«.

También te has hecho un ferviente defensor de los okupas, esos individuos que asaltan las viviendas ajenas para destrozarlas, esos personajes que en la mayoría de los casos son maleantes, vagos, drogatas y que han hecho su propia ley para acabar con la propiedad privada. Eres un defensor de arrebatar la vivienda de los demás, pero la tuya que no la toque nadie. Los sufridos ciudadanos tenemos que pagar a Prosegur o Securitas una alarma, mientras tu mansión esta protegida de manera gratuita (la pagamos todos los españoles) por las Fuerzas de Seguridad del Estado. Si, protegida por esa Guardia Civil a la que tu odias.

En fin Excelencia, mi carta puede se muchísimo más amplia porque tu vida da para una mala serie de Netflix, pero no quiero cansarte ahora que estás engañando a los madrileños en la campaña electoral del 4M. Todos sabemos que has hecho de la política, como la mayoría de tus colegas de izquierda, tu medio de vida, tu forma de ganar dinero. Te está dando buenos resultados: coche oficial, dos buenos sueldos en casa, guarda espaldas para los dos, niñera gratis (a los españoles nos cuesta 3.000 euros al mes tu niñera), chófer que os hace la compra… En fin, el sueño de los nuevos ricos. Y si alguien tiene la osadía de pasear por vuestra calle, tu que eres el maestro de los «escraches«, das la orden de que sea inmediatamente recriminado e invitado a pasear por otra zona… O algo peor. Si te parece dejamos el caso Neurona para otra ocasión. ¡Bravo Marqués, eres único!

Para ti la política ha sido el «¡BienvenidoMister Marshall