Si a las mujeres. No al feminismo marxista

Toda la progresía de ideologías varías, está obsesionada con una de las nuevas religiones del siglo XXI: El Feminismo Marxista. Cuando escribo un artículo procuro por todos los medios no repetir una palabra. Según los expertos, no se debe hacer. Yo en este post me salto las reglas y me voy a hartar de repetir la palabra feminismo marxista.

Mi primer mensaje es dejar bien claro que la mujer me apasiona, me encanta, me seduce, me motiva y por ello la defiendo a capa y espada. Siempre que puedo grito ¡Viva la mujer! No puedo olvidar que tengo una mujer, cuatro hijas, dos nueras, seis nietas. Todas ellas, menos las nietas que aún están estudiando, han formado sus familias y han conseguido trabajos brillantes, gracias a su esfuerzo y sin tener que recurrir a cuotas del feminismo marxista, ni al amparo de ningún chiringuito feminoide. Se valen por sí mismas como la mayoría de las mujeres españolas.

“Sola y borracha, quiero llegar a casa”

Por el contrario, el feminismo casposo, rancio, frívolo, marxista, chabacano, dictatorial, hortera, ridículo, rocambolesco que defienden esas mujeres, que son todo menos femeninas, provocan el hazmerreír de la inmensa mayoría de la sociedad española. Son mujeres sectarias, amargadas, acomplejadas que tratan de imponer de forma sistemática su «religión» al resto de las mujeres. Su imagen queda reflejada en las jornadas del 8M, donde las ves chillar como energúmenas, utilizando un lenguaje soez y basto, con slogans marxistas y poniendo a los hombres a parir. Casarse o emparejarte con una de estas mujeres es un peligro de alto riesgo. Viven gracias a las subvenciones que sufragamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos porque ellas son incapaces de generar ingresos. Déjame que te ponga algunos ejemplos que sonrojan:

Ada Colau, de profesión especialista en escraches. Comenzó estudios superiores en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Barcelona, que no superó. Vinculada al movimiento okupa del que es una defensora a ultranza. Para desgracia de los barceloneses es su alcaldesa. Actualmente está IMPUTADA por la Audiencia de Barcelona que ha ordenado investigarla por los delitos de coacciones y prevaricación al presionar supuestamente a un fondo de inversión para que destinara inmuebles de su propiedad a alquiler social, bajo la «amenaza» de no concederle licencias de obras.

Monica Oltra, alemana de nacimiento. Diputada por Valencia en las Cortes Valencianas desde 2007. Licenciada en Derecho por la Universidad de Valencia. Es vicepresidenta, portavoz y consejera de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalidad Valenciana (la página web de esta comunidad solo está en valenciano, catalán e inglés) por Compromís. Está IMPUTADA por la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana por el presunto encubrimiento de abusos sexuales de su exmarido, Luis Ramírez Icardi, a una menor tutelada.

Maria Sevilla. Expresidenta de la asociación Infancia Libre y asesora de Podemos en temas de infancia, fue IMPUTADA y condenada a dos años y cuatro meses de prisión por sustracción de menores. Fue indultada por el Gobierno de Pedro Sanchez bajo las amenazas de Unidas Podemos de romper el pacto de gobernabilidad. Rafael Marcos, el padre del menor que fue retenido durante dos años por esta mujer recurrirá el indulto concedido por el Gobierno a la madre del niño. Además, ha enviado un mensaje a la ministra de IgualdadIrene Montero, después de que ella celebrara el indulto. En este, le dice a la ministra: «Estás defendiendo a una madre que ha secuestrado y maltratado a su hijo«.

Juana Rivas. Esta mujer, natural de Macarena, fue IMPUTADA y condenada por secuestrar a sus hijos tras acusar a su padre de haberles maltratado durante la convivencia. El feminismo marxista hizo una bandera de lucha con este caso acaparando telediarios, tertulias y espacios del corazón. El 11 de junio de 2021, ingresa voluntariamente en el Centro de Inserción Social (CIS) Matilde Cantos de Granada y anuncia que pedirá el indulto al Gobierno. En estos momentos aparece en escena la pareja de Pablo Iglesias, la Ministra de Igualdad (mejor de Desigualdad) Irene Montero, que con su poder e influencia dentro del Consejo de Ministros logra que el Gobierno indulte parcialmente a Juana. El feminismo marxista más radical y esperpéntico se anota una nueva victoria desoyendo a los Tribunales de Justicia.

Adriana Lastra, como la mayoría de las progres que ocupan sillones en el Congreso de los Diputados, cursó estudios de Antropología Social, que nunca los acabó. Actualmente como vicesecretaria general del PSOE, amenaza con nuevas protestas -como ocurrió en 2018 y 2019 rodeando el Parlamento de Andalucía– si los electores dan una mayoría parlamentaria a PP y VOX en las urnas el domingo 19 de junio. La número dos del PSOE, en un mitin celebrado en Arcos de la Frontera (Cádiz), pidió a la militancia socialista que fueran a votar «para no tener que salir el lunes» a la calle. Así es como interpretan la democracia los socialistas y el feminismo marxista y caduco. Si no sale en las urnas lo que ellos quieren, al día siguiente a la calle a vociferar y a generar violencia. El feminismo marxista también sirve para esto. En el caso de esta socialista no ha existido imputación, pero con sus declaraciones existe algo más grave, una amenaza a la democracia y a la legitima voluntad de los ciudadanos.

Irene Montero, feminismo marxista en estado puro. Con motivo de la celebración del 90 aniversario de la aprobación del voto femenino afirmó, que los «mayores avances» para las feminoides marxistas, tras los protagonizados por las conocidas Clara Campoamor y la Pasionaria, se han producido con ella en el Gobierno. No le falta razón. Según Carmen Álvarez Vela de La Gaceta, se ha quedado corta. El cambio que se ha producido en la percepción que se tiene de la mujer desde que ella es ministra de Igualdad es brutal. Irene y sus colegas han conseguido hacer de las mujeres un ridículo meme victimista cuyos problemas se arreglan en unas reuniones con el bonito nombre de chochocharlas y que los hombres nos miren como mirarían a una caja de bombas.

Ya lo ves, de estas seis mujeres forofas del feminismo marxista, cuatro han sido imputadas por los Tribunales de Justicia. Otra incitó a salir a la calle si ganaba la opción de derechas en las elecciones andaluzas. Y la última, que para mayor inri es ministra, se autonombra la líder del feminismo marxista. Y así estamos, gobernados, manipulados, engañados y sometidos a la tiranía de unas mujeres que no serían nada sin las cuotas del feminismo marxista. Feminisma, feminismo, feminisme…. Todo ridículo. Dan pena. Pero es lo que hay…

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Nota: La fotografía de la cabecera es un cuadro de Gema López expuesto en la casa de Galicia en Madrid