Cada día que amanece nos encontramos encima de la mesa con diferentes noticias que hacen referencia al sectarismo radical de nuestro presidente del Gobierno, el más mentiroso, cínico y egocéntrico de la transición. Todas ellas llevan el signo inconfundible de una persona psicópata que al no estar todavía en tratamiento psiquiátrico está haciendo un daño difícil de reparar.
Su obsesión por el poder le ha llevado a rendirse ante partidos asesinos, golpistas y comunistas y todo ello a espaldas de su electorado al que engañó de manera flagrante en las últimas elecciones. Mintió a sabiendas de que mentía, porque la mentira va en su ADN. Su ansia de dormir en La Moncloa, de montar en el Falcón, de hacerse fotos con personajes famosos, de que le rindan honores… le ha llevado a un estado de tanta ansiedad que lo estamos pagando todos los españoles.
Su asalto a las instituciones es todo un doctorado en dictadura. Sin reparos, sin ningún tipo de ética política… Nombró a su fiscal general del Estado; se apoderó del CIS y de la Abogacía del Estado; asaltó al Instituto Nacional de Estadística; invadió Indra; despidió a la directora general de CESID… Hay muchos mas saqueos, pero estos como muestra valen ¿verdad?
Su última conquista es la eliminación en el Código Penal del delito de sedición y cambiar presos por votos, para poder firmar los presupuestos generales del estado y así asegurarse algunas vueltas más en su Falcón. Con la mayor naturalidad del mundo pone a los asesinos en la calle y a los golpistas en el poder. Y todavía dice que es para equipararse a Europa. Su cinismo es de tal calibre que llega a creerse sus mentiras con la máxima naturalidad.

En este post de hoy no quiero entrar en la «Ley del sí es si» ni en el macabro proyecto de la «Ley Trans», ni en la Memoria Democrática (¿?), ni en la Agenda 2030, ni en los «donativos» al hombre más rico del mundo, ni en sus misteriosos viajes a África, ni su acuerdo con Marruecos, ni en los problemas de su ministro Marlaska con Melilla, ni con el caso de los ERES y su respaldo a Griñan, ni de los indultos a delincuentes políticos, ni de su empeño por adueñarse del Tribunal Constitucional, ni de sus estados de alarma anticonstitucionales… No, no quiero porque la lista sería interminable y el objetivo de este post es otro.
Lo que quiero hoy es hacerte algunas preguntas ¿Tú estás de acuerdo con todo esto? Si no estás de acuerdo ¿Vas hacer algo para demostrar tu disconformidad? ¿Has visto cómo se mueven las izquierdas? El otro día los comunistas consiguieron sacar a la calle a 250.000 personas (yo creo que eran más) para intentar linchar a Isabel Diaz Ayuso. ¿Y nosotros no vamos a ser capaces de hacer lo mismo? ¿Por qué la izquierda se ha apoderado de la calle y la derecha sigue sentada en el sillón de casa? ¿Es que no tenemos fuerza para dar un paso adelante? ¿No te importa tu país? ¿Vamos a rendirnos definitivamente? ¿Vas a esperar a que otros lo hagan por ti?
El próximo domingo tienes una oportunidad de oro de decirle a Sánchez ¡Vete Ya! VOX ha convocado una manifestación a la que todos, al margen de nuestras preferencias partidistas, estamos invitados. Es una ocasión única de dejar patente que no nos gustan las políticas sectarias que son generadores de odio y que dividen a la sociedad en dos bandos. También denunciaremos que no queremos dejar un país en manos de todos aquellos que quieren destruir la unidad de España. Hablaremos alto y claro para decir que no queremos una sociedad carente de valores. Nuestros hijos y nietos no quieren hipotecarse con más deuda pública. Ellos reclaman prosperidad, seguridad, trabajo, familia, paz y libertad.
No faltes el próximo domingo, 27 de noviembre de 2022 a la concentración que tendrá lugar en la Plaza de Colón a las 12:00 de la mañana. Tu voz, será la voz de muchos. Estarás haciendo un servicio a tu patria. Nosotros no somos violentos como la izquierda, nosotros somos personas tranquilas, con educación y respeto y lo único que queremos, es decir: Sánchez, ¡Vete ya!
Pinchando aquí puedes decirle a Pedro Sánchez que queremos democracia y no dictadura. Hasta ahora ya han firmado más de 50.000 personas. Y tú ¿no vas a firmar? Tu firma es mucho más que una firma… Es un ruego.