La mayoría del pueblo español, incluidos un montón de votantes del partido de la corrupción, es decir del Partido Socialista, estamos hartos de un Gobierno que negocia una amnistía a cambio de votos. Es el más claro y meridiano signo de que estamos en una nueva dictadura, la dictadura de Pedro Sánchez.

Este gobierno corrupto y dictador pretende que los españoles entendamos que la cobardía de un prófugo de la justicia llamado Carlos Puigdemont merece un premio gordo. Este prófugo que ha investido al psicópata Pedro Sanchez solo para liquidar España y nuestra libertad. El golpista y toda su banda de delincuentes están dando botes de alegría. Le han sacado a Sánchez TODO…

Es terrible ver que el Estado Derecho está siendo atacado de forma cruel. Ahora resulta que para garantizar la impunidad de este asqueroso prófugo, se obvia el código penal español para acogerse al derecho internacional. ¿No es esto acabar con el Estado de Derecho? Se hace una legislación especial para el mayor terrorista de la democracia, que no solo no se arrepiente de lo hecho, sino que presume de que lo volverá a hacer.

El ministro «becario» el señor «trolaños» se le llena la boca afirmando que esta ley de amnistía es impecable, que respeta la constitución y el derecho de la Unión Europea y que será un referente a nivel mundial. Una ley que reúne el exclusivo deshonor de haber sido redactada por los mismos infractoras beneficiados. ¡Qué vergüenza!

Hay dos tipos de corrupción Sanchista. La clásica, el trinque, representado por el «caso Ábalos y su tropa» y el resto de ministros cómplices de la mentira; y otro más sofisticado: la colonización de las instituciones y cambiar y privatizar las leyes para beneficiar a sus socios políticos, aunque sean unos malversadores.

Tenemos un Gobierno de coalición (social & comunista) cautivo y desarmado, capaz de todo para mantenerse en la mentira, la corrupción, la desvergüenza, la crispación, el odio, la división, la chulería, y todo esto conducido por un sujeto impresentable que nunca ha ganado unas elecciones.

Un golfo puede salirse con la suya mediante el engaño o el soborno, pero no hay una Constitución Democrática en el mundo que soporte la legislación a medida. Los españoles darán buena cuenta en las urnas, si es que hay urnas, pues de este gobierno corrupto te puedes esperar cualquier cosa menos la verdad.

Jaime Pereira