La mentira es una herramienta revolucionaria

Hacía tiempo que tenía unas dolencias en la espalda que me impedían llevar a cabo una de mis actividades deportivas favoritas: la bicicleta. Mucha gente me ha escrito diciéndome que les tenia acostumbrados en el verano a publicar fotos en Instagram relatando algunas de mis batallitas bicicleteras y que este año les ha extrañado no verlas.

Ante esta situación inhabilitante, tomé una decisión dura, pero inapelable, que era pasar por el quirófano. Como comprenderás la decisión era arriesgada porque ya se sabe que la espalda y en concreto la columna vertebral es algo delicado.

Pues el pasado día 25 de octubre la decisión se hizo realidad y pasé por la experiencia única de bajar a una sala de operaciones. Ya sabes, esos tremendos focos ya te dan cierto respeto y todo lo que rodea al bisturí y demás instrumental médico te infunde una enorme incertidumbre y porque no decirlo: miedo. El neurocirujano que había escogido, Avelino Parajón, me daba mucha seguridad y sobre todo mucha confianza. Salí de la habitación a las cuatro de la tarde y regresé a las nueve y media de la noche. Mucho tiempo de fantástico trabajo médico, casi de cirugía artesanal y de magnifico conocimiento y aplicación de las nuevas tecnologías sanitarias (sistema Spineart Romeo-Juliet. Neuronavegador O-Arm). La verdad es que me desperté de la anestesia con una enorme tranquilidad, como si no me hubieran abierto esa cicatriz que necesitó veintiuna grapas para hacerme una espondilolistesis L3 L4; una estenosis de canal y extirpar hernias discales L3 L4 y L4 L5. Desde ese momento se acabaron los dolores… ¡Gracias Avelino!

Y te preguntarás porque te cuento todo esto para hablar de la «mentira como herramienta revolucionaria«. Muy sencillo. Pasé cinco horas entre operación y reanimación desconectado del mundo real. Me desperté como si todo lo vivido anteriormente fuese un cuento. Como si de mi cabeza se hubieran borrado todas las experiencias vividas anteriormente y me encontrara ante un mundo nuevo, un mundo desconocido. Un mundo en donde veía a una gran parte de ciudadanos, de personas como tú y como yo completamente manipuladas, masificadas, sin criterio, plenamente rendidos a las «mentiras» que la sociedad moderna, llamada progresista, pero que de progreso tiene poco, se encargan de meternos por los cinco sentidos. Una sociedad en la que, si tienes la personalidad de decir que no estás de acuerdo con algo del proyecto reinante en el mundo, eso que algunos denominan el pensamiento único, te ganas para siempre el calificativo de «fascista» como el peor insulto que hoy puede recibir una persona que aún tienen la suerte de tener la cabeza vacía de esos contenidos que despersonalizan al individuo. Esos contenidos que forma parte de la «Cultura de la Cancelación» o también llamado woke.

En España esto es un problema que se agrava con la política, especialmente con una izquierda radical, compuesta por el Partido Socialista y acompañado por unos socios que mantienen cautivo al Gobierno, que está presidido por un mentiroso crónico. ¿Qué podemos esperar de Unidas Podemos, ERC, HB Bildu? Lo único que se puede esperar es lo que está pasando, es decir recurrir a la mentira con herramienta revolucionaria. Pero lo peor no es eso, lo verdaderamente preocupante es ver cómo la gente se cree las mentiras. Hay una frase atribuida a Joseph Goebbels ( jefe de campaña de Adolf Hitler) que afirma que una mentira dichas mil veces llega a convertirse en una verdad. Es lo que yo llamo «la verdad mentirosa», que sin duda no solo parece una contradicción, sino que lo es.

Hay muchos ejemplos que pueden ilustrar ese dicho de la «verdad-mentirosa». Hoy voy a mencionar tan solo dos casos para no hacer muy largo el post.

Hace, más o menos, unos quince años oías la palabra «aborto» y se te revolvían las tripas. Era el peor acto que una mujer podía cometer. Eliminar al hijo que lleva en sus entrañas. Hoy, en la época progre del globalismo, oyes la palabra «aborto» y mucha, mucha más gente de la que pensamos cree que es un gran avance, un logro conseguido para el bienestar de la sociedad y protección de la mujer. Incluso se llega a afirmar que es un derecho. Y para cambiar de lo bueno a lo malo han contribuidos los gobiernos «progres» (izquierda radical), pero no solo ellos, también lo han hecho grandes organizaciones y la mayoría de los medios de comunicación. Ves como en poco tiempo algo inadmisible se puede convertir en algo admisible. Es la mentira como herramienta revolucionaria, que desgraciadamente reina en el mundo occidental, aunque el oriental ya está igualmente haciendo sus pinitos.

Otro ejemplo. Estamos en España, en estos momentos, con los Presupuestos Generales del Estado, y para sacarlos adelante, el gobierno social comunista, necesita el apoyo incondicional de un partido que ha asesinado de forma cobarde a cerca de mil personas por razones estrictamente políticas y xenófobas. Un partido, HB Bildu que apoya, homenajea y defiende a estos asesinos terroristas. ¡Tenemos doscientos presos para negociar! Pues bien, oír la palabra «ETA», hace tan solo unos pocos años, era como escuchar lo más sanguinario, cruel y sádico que podía existir en la política. Era repugnante. Pero ya hemos olvidado las manifestaciones multitudinarias en contra de estos sádicos y cobardes asesinos.

Pues bien, la izquierda radical encabezada por el Presidente del Gobierno, lleva unos meses, blanqueando la imagen de ETA, para que en poco tiempo veamos al partido del hacha y la serpiente como parte de un pasado que hay que olvidar y podamos mirar el futuro con ojos de concordia y magnanimidad. Para muchos, en muy poco tiempo ETA será un partido más, cuyo pasado será solo una anécdota y sus victimas unas pobres e infelices personas que no supieron entender porque asesinaban a sus familiares, amigos, compañeros… Arnaldo Otegui y sus sanguinarios compañeros pasaran de asesinos a compañeros de bancada. ¡Negociar con la pistola en la mesa, les da una cierta ventaja! Y lo que es aún peor, las victimas tendrán que pedir perdón a sus verdugos, como ya ha dado a entender una discutida película (Maixabel ).

Aprovecho de la mano de Santiago González del Diario El Mundo para recordarte y hacerte ver que la mentira es el motor de nuestro Presidente del Gobierno. Cuando Sánchez era entrevistado en NavarraTV y respondió a un periodista algo perplejo con esa convicción que solo saben impostar quienes mienten en cada palabra. «Estoy diciendo que con Bildu no vamos a pactar. Si quiere se lo repito cinco veces o veinte durante la entrevista. Con Bildu no vamos a pactar. Con Bildu, se lo repito, no vamos a pactar. Si quiere se lo repito otra vez». Como ves, la mentira llevada a su grado máximo….

He querido dejarte solo dos palabras que han experimentado un desafortunado proceso de «mentira-verdad», aborto y ETA, que hasta hace poco eran las más feas de nuestro diccionario y que a partir de ahora pueden ser las dos más bonitas. Triste , pero real. El inventor de la frase «La mentira es la mejor herramienta revolucionaria» ¿Sabes quién fue? Pues sí, has acertado. Fue un magnífico demócrata llamado Vladimir Lenin.

Así me desperté de mi placido sueño anestésico. Pero para mí desgracia, regresé rápidamente al mundo real, al mundo de la mentira. Al mundo, que cueste lo que cueste, hay que cambiar. ¡Para que luego digan que no nos gusta el cambio!