La semana pasada se ha celebrado el día del «Orgullo LGTBI«. Una fiesta en donde reina el mal gusto, desmadre sin freno, obscenidades por doquier, daños en el mobiliario urbano y en vehículos, droga y alcohol y en parte subvencionado con dinero de los contribuyentes. Sirva como ejemplo, entre otros muchos, el Ayuntamiento de Madrid que ha destinado la no despreciable cantidad de 413.223 euros para este evento tan cultural. ¿Están todos los madrileños de acuerdo con este gasto?
Vaya por delante mi respeto máximo para todos aquellos que tienen una orientación sexual diferente a la de la mayoría de los ciudadanos, pero no acabo de entender como un colectivo que representa no más del 10% de la población se hace merecedor de tanta propaganda, tanto favoritismo, tanto gasto, tanta prensa. ¿Qué pasa con otros colectivos? ¿No merecen igual trato?

Veo con sorpresa como hay partidos políticos, empresas y organismos que nos están avasallando con la «semana del orgullo». Son entidades que se han aferrado al pensamiento único. Revistas como la Actualidad Económica dedican en su último numero un especial «pro LGTBI», en el que se dan a conocer treinta directivos cuya orientación sexual es singular. Me pregunto ¿Porqué no dedican un especial a los directivos con familias numerosas? ¿O porqué no entrevistan a treinta directivos que hayan sufrido mobbing? ¡Madre mía, que obsesión por este tema! Entre la Agenda 2030 y las Políticas Inclusivas tienen rollo para rellenar horas de Consejo de Administración.
Yo he trabajado más de cuarenta años en Recursos Humanos de grandes compañías multinacionales e hice miles de entrevistas de selección de personal y nunca jamás le pregunté al candidato cual era su orientación sexual. Me importaba un pito. Yo buscaba buenos profesionales, no cuotas de inclusividad.
El diario El Mundo, en la edición del 29 de junio, en su editorial decía que «España es uno de los mejores países para vivir como lesbiana, gay, bisexual o transexual, según múltiples informes, entre ellos los de la UE«. Si es verdad esto, cosa que no dudo, ¿por qué hace falta organizar bacanales si nuestro país es el paraíso de la LGTBI? Y continuaba el artículo: «Hoy los discursos regresivos de los partidos extremistas y la utilización sectaria de la orientación sexual como arma para la polarización amenazan el consenso mayoritario que existe en nuestra sociedad«. Consenso mayoritario ¿Cómo lo saben? ¿Han hecho una encuesta? A mi me encantaría que algún informe de la UE dijera que España es el mejor país para vivir como ciudadano. Y ya sería una la locura, si dijera que España es el país con el mejor régimen democrático de la UE, pero desgraciadamente esto último no se puede decir.
Tengo amigos y amigas con orientación sexual diferente a la mía y son personas normales, que no hacen ostentación. No lo ocultan, pero tan poco lo van pregonando a los cuatro vientos. Algunos me han comentado su repulsa a este tipo de bacanales, orgías, festivales, horteradas, cabalgatas…
El «Pensamiento Único» está machacando el cerebro de muchas personas. El ambiente es tan contagioso que entra sin pedir permiso. Si por una casualidad de la vida se te ocurre decir que no te parecen adecuados este tipo de «jolgorios», serás tachado automáticamente con la palabra de moda: «extrema derecha«. Contestando al título del post ¿Tiene sentido el carnaval del orgullo gay? Rotundamente NO.
PD: La imagen de cabecera es el cartel que el Ayuntamiento de Madrid ha elaborado para la ocasión.
Enhorabuena¡¡¡¡ suscribo palabra por palabra todo el articulo, que es lo que piensa mucha gente pero nadie se atreve a decirlo. Lo publico en facebook y twitter
Ya está bien de sinvergüencería.
Saludos,
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