Dice Pedro Sánchez que su gobierno y su partido (el de la corrupción) están a prueba de bombas. No ve malos augurios en su gobierno, pese a que está sumido en una de las peores crisis desde que asaltó la Moncloa. Afirma que tanto él como su mega gabinete han alcanzado un punto de madurez y presentan una hoja de servicios contrastada, pero la realidad de España es muy distinta a la que nos pinta y eso queda demostrado en las siguientes líneas:
En 2025 la pobreza en España sigue afectando a unos 12,5 millones de personas y se agrava en intensidad, especialmente entre infancia, hogares vulnerables y en parte del sur del país. La vivienda cara, la precariedad laboral y las brechas territoriales e infantiles mantienen la pobreza como un problema estructural.
La tasa AROPE (población en riesgo de pobreza y/o exclusión social) se sitúa en torno al 25,8% en 2024, lo que afecta a unos 12,5 millones de personas. Es una cifra que da escalofríos. España sigue entre los países con mayor riesgo de pobreza de la UE y aún lejos de los objetivos de la siniestra Agenda 2030
Crece la pobreza severa, es decir, personas que viven con ingresos muy por debajo del umbral y con graves carencias materiales y sociales. En torno a 4 millones de personas se encuentran en esta situación, con casos en algunas regiones donde más del 45% de quienes son pobres sobreviven con menos de 644 euros al mes.
La pobreza infantil es uno de los mayores focos de vulnerabilidad: aproximadamente un tercio de los niños, niñas y adolescentes (en torno al 34–35%) está en riesgo de pobreza o exclusión, situando a España entre los peores resultados de la UE.

La brecha entre la pobreza de la infancia (alrededor del 29–35%) y la del resto de la población (en torno al 19–20% de pobreza de ingresos) se ha ampliado en los últimos años, lo que indica que las políticas protegen menos a los menores que a los adultos
La crisis de vivienda actúa como motor de empobrecimiento: el coste del alquiler, la dificultad para mantener la vivienda a temperatura adecuada y el sobreesfuerzo en gasto de vivienda se mencionan como factores clave de la pobreza en 2025
La combinación de empleo precario, salarios bajos, pobreza laboral y encarecimiento de la vivienda explica que el crecimiento económico no se traduzca en una reducción proporcional de la pobreza
Prestaciones sociales, pensiones y ayudas (como el Ingreso Mínimo Vital y complementos por crianza) reducen significativamente la pobreza monetaria, pero los informes señalan que España ha hecho “menos de la mitad de lo necesario” para cumplir con la reducción comprometida en la siniestra Agenda 2030
El 10,45% de la población trabajadora se encuentra en situación de desempleo, lo que supone que hay 2.424.961 personas que no tienen trabajo. Esto supone un drama que no se le ve el final.

En 2025 la tasa de paro juvenil de España casi duplica la media de la Unión Europea: ronda el 25% frente a alrededor del 14,5–14,8% en el conjunto de la UE. Esto sitúa a España como el país con mayor desempleo juvenil de los Veintisiete.
El acceso a la vivienda en España se ha convertido en uno de los principales problemas socioeconómicos de 2025, con precios de alquiler y compra en máximos históricos y niveles de esfuerzo claramente por encima de lo recomendable.
Una persona joven necesitaría ahorrar el equivalente a unos 14 años de salario neto sólo para poder afrontar la compra de una vivienda media, incluyendo una entrada cercana a 59.000 euros.
La cesta de la compra en España ha subido un 5,2% de media en 2025, superando con creces la inflación general del 2,6% acumulada en el año, debido a repuntes en alimentos frescos, procesados y bebidas. Este incremento acumulado hasta noviembre supone unos 250-300 euros más al año para un hogar medio, con especial impacto en productos básicos como aceite, huevos y frutas.
La tasa de ahorro de los hogares españoles decae mientras el crédito al consumo crece. Y esta es la España de la que presume Pedro Sánchez. La España de Puigdemont, Otegui, Junqueras y Yoli. La España del «progreso». No hay que desanimarse, el año 2027 está a la vuelta de la esquina… Otra España nos espera.












