¿Pero de verdad VOX es xenófobo?

¡Cuanta mentira! ¡Cuanta demagogia! ¡Cuánto engaño! ¡Cuanta calumnia!… La inmigración está siendo utilizada de manera torticera por parte de la izquierda radical y del “consenso progre”, para descalificar y demonizar a VOX. Pero no lo van a conseguir.

Para VOX los inmigrantes no son ningún problema, son seres humanos que buscan mejores horizontes para ellos y para sus familias y evidentemente tienen todo el derecho a ello y nosotros el deber de ayudarles y apoyarles a que se integren en nuestra sociedad. Todos los extranjeros que vienen a vivir con nosotros de forma legal y civilizada, son BIENVENIDOS. Te invito a ver el vídeo donde Luis Ulecia, responsable de juventud en VOX, explica con todo detalle la posición del partido en relación con la inmigración. ¡Basta de falsedades!

Pero todos sabemos que este no es el problema. El verdadero problema es que hoy en occidente y en España de una forma muy especial, tenemos a mafias que ponen en marcha lo que llaman ONGs, que no son más que chiringuitos paraestatales para promover la invasión de nuestros paises con personas que entran «ilegalmente», a los que primero se les somete a la trágica y arriesgada prueba de pasar por el mar en una patera poniendo en riesgo sus vidas, por supuesto previo pago de 3.000 o 4.000 euros, y una vez sometidos a esa enorme prueba de grandisimo riesgo se les mete «ilegalmente» e «irregularmente» en nuestro Pais, prometiéndoles el oro y el moro y produciendo un daño objetivo a esas pequeñas poblaciones que los acogen por centenares, y a veces por miles, además de un daño real a los propios inmigrantes a los que se les va a tener en una situación en la que su esperanza a medio plazo es cero. Sus vidas no tienen ningún recorrido, ninguna capacidad, el futuro de sus vidas es tan precario, que muchos se arrepienten de haberse embarcado en tal aventura. Se les pone en una situación tan crítica que a veces tienen que recurrir a recursos no deseados para poder sobrevivir y eso hace mucho daño.

Además se somete a un riesgo general con el efecto llamada para que ocurra lo que todos los días estamos viendo en los telediarios, que por supuesto nada tiene que ver con el racismo, ni con la xenofobia, nada de eso. Se trata de que nosotros no estamos dispuestos a entregar nuestras tradiciones, nuestra historia y nuestra cultura para que otros vengan, fomentados por algunos que nos odian, a cambiar todo e implantar un nuevo modelo de sociedad.

En Nigeria tienen sus tradiciones, en Kenia sus costumbres e historia, y en España, como también en Francia y en otros paises de la Unión Europea, tenemos las nuestras. Ningún Nigeriano, y me parece muy bien, estaría contento con que fuéramos a erradicar su religión, sus normas, su forma de ver el mundo. Pues nosotros tampoco, no queremos que eso se homogeneice con un viaje hacia atrás, porque muchos de los que vienen no creen que las mujeres, a las que tanto defiende la izquierda progre, tengan derechos. No creen que haya que respetar a las gente en función de sus sexo, no, no lo creen y no lo practican en otros paises.

Todo lo «ilegal» en un estado de derecho debe ser perseguido y castigado. El problema es que nos estamos acostumbrando a funcionar a nuestro aire sin respetar la legislación vigente. Un inmigrante que llama a la puerta debe ser atendido, respetado, acogido… Un inmigrante que asalta las fronteras y agrede a las fuerzas de seguridad debe ser repatriado en 24 horas, y esto no es xenofobia, esto es cumplir la ley. Hay mucho interés en algunos paises de occidente por la invasión de determinados grupos étnicos y religiosos. Son mucha masa votante para un cambio de modelo de la sociedad occidental. Repito, el inmigrante que llama a tu puerta se le da la bienvenida. El inmigrante que asalta tu puerta, repatriación inmediata.

Algunos paises ya empiezan a atisbar el problema. Macron ya lo está sufriendo en Francia y tuvo que advertir con un tono muy preocupante: «No es una casualidad, si esta noche es un profesor quien ha sido abatido por este terrorista es porque quería destruir los valores de la República, las luces, y la posibilidad de hacer que los niños vengan de donde vengan, crean o no, sea cual sea su religión, de hacer de ellos ciudadanos libres. Esta batalla es la nuestra y es existencial»

En España tenemos millones de inmigrantes. Bienvenidos todos. Gente que han tenido que luchar por conseguir un permiso de trabajo con el que luego nos están dando unos servicios maravillosos: ayuda en el hogar, cuidado de mayores, construcción, educación… Para ganarse un sueldo han tenido tenido que luchar, obtener la confianza, demostrar su valía, su adaptación a nuestra cultura. Ellos luchando y los otros saltándose la cola. ¡Que injusticia!

Tengo muy buenos amigos inmigrantes. Muchos, de paises variados. Hace unos años conocí a Abdou Birame Ba, senegalés. Dejó a su familia cerca de Dakar, para buscar trabajo, para poder sacar adelante a su mujer y sus cuatro hijos. Abandonó su Pais y vino de forma legal, de forma civilizada a España. Guardó colas, rellenó papeles, sufrió la burocracia, pero hoy reside en Vigo de forma legal y permanente, aunque todos los años regresa a Senegal para llevar los ahorros a su familia. ¡Chapó, Abdou, eres un tío grande! Te invito a que le conozcas viendo este video…