Este verano, un conocido club de Vigo (Club55) me pidió que les hiciera un vídeo sobre algún tema que pudiera ser de interés para un grupo de personas mayores de cincuenta y cinco años. Estuve dando vueltas a la cabeza sobre que podía ser sugestivo para ellos y al final me decidí por hablar del matrimonio, tan cuestionado hoy. Dado que el colectivo al que se dirigía era de gente con «juventud avanzada», le puse el titulo de «Matrimonios Gran Reserva«. El vídeo, si tienes interés en verlo, lo puedes visionar en este enlace.
El Club55 está formado por hombres, que despues de haberse dejado el pellejo trabajando y sacando adelante a sus familias, les ha llegado el momento de descansar y disfrutar de la vida, eso si… siempre pensando en los demás. Tienen actividades de lo mas diverso, pero si hubiera que destacar algunas yo me quedaría con «los fogones»… si esas suculentas comidas elaboradas por verdaderos especialistas en el arte culinario y casi merecedores de alguna estrellita Michelin. La otra actividad relevante es su pasión por la música. Han formado un coro que hace las delicias de los oyentes. Suelen cantar en centros de mayores para alegrar la vida a los que no tienen otra diversión. Además organizan conferencias, cine fórum, excursiones, trabajos manuales, biblioteca, navegación, golf, y el seguimiento de RC Celta de Vigo. En fin, no se aburren…
Una vez editado el vídeo y viendo los muchos comentarios recibidos, decidí ponerme a leer por tercera vez el mejor libro de autoayuda sobre el matrimonio y la familia que he leído. Se titula «La Alegría del Amor» (Amoris Laetitia) y su autor es un argentino llamado Jorge Mario Bergoglio, que casualmente es el actual Papa de la Iglesia Católica. He querido recoger, a modo de muestreo, algunas consideraciones que me han llamado la atención. Hay muchas, y sin duda recomiendo su lectura. Seguro que no te va a defraudar. Estas son algunas:
“El otro no es sólo eso que a mí me molesta. Es mucho más que eso. Por la misma razón, no le exijo que su amor sea perfecto para valorarlo. Me ama como es y como puede, con sus límites, pero que su amor sea imperfecto no significa que sea falso o que no sea real. Es real, pero limitado y terreno.”
«Muchas discusiones en la pareja no son por cuestiones muy graves. A veces se trata de cosas pequeñas, poco trascendentes, pero lo que altera los ánimos es el modo de decirlas o la actitud que se asume en el diálogo»
«El modo de preguntar, la forma de responder, el tono utilizado, el momento y muchos factores más, pueden condicionar la comunicación. Además, siempre es necesario desarrollar algunas actitudes que son expresión de amor y hacen posible el diálogo auténtico.”
«El amor confía, deja en libertad, renuncia a controlarlo todo, a poseer, a dominar. Esa libertad, que hace posible espacios de autonomía, apertura al mundo y nuevas experiencias, permite que la relación se enriquezca y no se convierta en un círculo cerrado sin horizontes. Así, los cónyuges, al reencontrarse, pueden vivir la alegría de compartir lo que han recibido y aprendido fuera del círculo familiar».
«Es importante la capacidad de expresar lo que uno siente sin lastimar; utilizar un lenguaje y un modo de hablar que pueda ser más fácilmente aceptado o tolerado por el otro, aunque el contenido sea exigente; plantear los propios reclamos pero sin descargar la ira como forma de venganza, y evitar un lenguaje moralizante que sólo busque agredir, ironizar, culpar, herir.”
“Cuando la mirada hacia el cónyuge es constantemente crítica, eso indica que no se ha asumido el matrimonio también como un proyecto de construir juntos, con paciencia, comprensión, tolerancia y generosidad.”
Te animo a que leas el libro y saques tu muchas mas reflexiones que te ayuden a llegar a ser un «Matrimonio Gran Reserva»