Cómo generar compromiso…

El diccionario de la Real Academia Española define el “compromiso” como: obligación contraída por una persona que se compromete o es comprometida a algo. Y también como el acuerdo formal al que llegan dos o más partes tras hacer ciertas concesiones cada una de ellas.  

En el mundo empresarial se habla mucho de generar compromiso entre los empleados y la organización. No es tarea fácil. Es complicado, porque en muchas ocasiones hay que tomar decisiones que parecen ser incompatibles entre los intereses de ambas partes. A veces la supervivencia de una organización depende de la reducción de una parte de la plantilla y esto es difícil de entender para las personas afectadas. Incluso por las no afectadas. 

Pero en una situación normal, en la que la plantilla se mantiene con cierta estabilidad, es necesario trabajar día a día para “enganchar a los trabajadores ”. Hoy me voy a permitir la ligereza de dar algunas sugerencias que pueden facilitar esta tarea. 

1º. – Conocer a las personas. Si no invierto tiempo en descubrir a los colaboradores que trabajan conmigo es imposible hacer una labor de equipo. No se trata de saber su historial profesional, que también, sino de adentrar más en la persona. Su situación personal y familiar, sus gustos, sus fortalezas, sus debilidades, sus deseos, su carácter… Esto nos hará más cercanos y por tanto entender determinadas actitudes, reacciones, decisiones, comportamientos. Cuando ambas partes se conocen es más fácil el entendimiento.  

2º.- Dialogo permanente. El mantener una conversación viva, abierta, sincera es abrir las puertas a muchos puntos de encuentro. Cuando dos personas se comunican de forma amigable se están poniendo las bases para una cooperación mutua que permita conseguir objetivos comunes. Hay momentos a lo largo de la jornada en los que se puede encontrar un hueco para entablar una charla informal que de paso a pulir roces, desavenencias y malos entendidos. También para comprobar puntos de acuerdo.

3.- Empatía. La cara alegre, el rostro comunicativo, la actitud positiva, la mirada limpia son algunas de las claves para atraer a los que trabajan conmigo. El mal humor, el carácter agrio, los malos modales no ayudan a generar compromiso, más bien todo lo contrario. El saludo amable, la sonrisa oportuna, el chiste a tiempo, el reconocimiento. Todo ello es una muestra de respeto, comprensión y admiración. 

4º.- Sinceridad. El decir las cosas que hay que mejorar no está reñido con la educación. Las personas están deseosas de conocer nuestra opinión sobre ellas. Quieren saber que esperamos de ellas, como están haciendo su trabajo, que recursos les vamos a facilitar para hacer su tarea más eficaz y productiva. Dar feedback es de las cosas más difíciles, pero al mismo tiempo más gratificantes. Se requiere mucha serenidad, tener las ideas claras y saber comunicar para que la persona acepte, comprenda y le permita hacer un plan de mejora. 

5º.- Objetivos. Es sin duda unos de los puntos más importantes. La gente tiene que saber con claridad que tiene que hacer durante un periodo de tiempo determinado. Qué se le va a valorar, cuáles son sus prioridades, que aporta su trabajo al resultado final de la organización. Sin un motivo es complicado motivarse. La teoría de los objetivos la tenemos muy clara (medibles, alcanzables, difíciles, realistas…), pero lo más aconsejable es lo que me decía una vez un piloto de una compañía área muy conocida: “Cuando entro en la cabina del avión tengo que tener claro el destino, el plan de vuelo y la brújula” 

6º.- Seguimiento. Reservar un hueco en la agenda, de forma periódica, para hacer una revisión conjunta de cómo van las cosas es la mejor manera de incentivar el logro de los objetivos. No se requiere mucho tiempo, pero si la suficiente información para poder cotejar conjuntamente los avances o retrocesos. A veces he sugerido que las personas, a nivel individual, se busquen un “mentor”, que no sea su jefe, para que les recuerden que tienen un plan que llevar a cabo. Simplemente un café juntos, sacar la hoja de objetivos y analizar. Si tu mentor es un amigo, mejor. ¡Pruébalo! 

7º.- Ambiente relajado. Qué duda cabe que cuando tu trabajo lo desarrollas en un ambiente sano todo funciona mejor. Al hablar de ambiente no me refiero solo al compañerismo y a las buenas relaciones con tu jefe, que sin duda son de vital importancia, sino también a las condiciones del entorno… La luz, las plantas, la sala, el equipamiento, la mesa, las esquinas de trabajo, la cafetería, la sala de reuniones… En fin, un cumulo de cosas que te hacen ir a trabajar con otro talante. Hace poco entré en una oficina de una gran multinacional del sector de las nuevas tecnologías y pensé para mis adentros: aquí los empleados deberían pagar por venir a trabajar a un sitio como este. ¡Qué lujo de instalaciones! 

8.- Delegar y dar poder. No hay cosa más agradecida en la labor diaria que sentirte importante, protagonista, con autoridad suficiente para desarrollar tu tarea con profesionalidad. Esto induce a que la gente sea más creativa, más responsable y más eficaz. Cuando eres capaz de organizar el trabajo con autonomía, es casi seguro que darás importancia a los asuntos que generan valor y rechazaras los temas banales, los de relleno. Peter Drucker decía que no hay nada más inútil que hacer brillantemente algo que no sirve para nada.  

9º.- Formación y desarrollo. Qué duda cabe que una de las aspiraciones del ser humano es avanzar y crecer profesionalmente. La experiencia es muy importante, pero tanto o más son los conocimientos. Seguro que alguna vez hemos tenido que tomar una decisión importante basada en nuestra formación sin haber tenido experiencia previa. Facilitar que la gente de tu equipo asista a programas de formación te garantiza un retorno de la inversión muy interesante. Más motivación, más formación, más ideas, más oportunidades de mejora. Por el contrario, la falta de desarrollo profesional produce gente cansada, hastiada, critica y al final se convierten en personas toxicas. 

10.- Compromiso a cambio de confianza. Qué duda cabe que todo lo que he comentado en los puntos anteriores son herramientas para conseguir compromiso, pero la mejor de todas es regalar confianza. El compromiso exige a cambio la confianza. Esta es mutua. O confías o todo se va al traste.  

Finalmente te recomiendo que veas este vídeo. Le pedí a una serie de personas muy conocidas que me definieran en treinta segundos que era para ellos el compromiso. Las repuestas te pueden ayudar. 

P.D: Después de terminar el post me he dado cuenta de que todo lo que digo vale también para la familia. La familia es una gran empresa, la mas valiosa, rentable y la mas acogedora…